miércoles, 24 de marzo de 2010

Exposición HOLOS en el Museo de Arte Moderno Juan Astorga de Mérida

















Vista de la sala

Obras HOLOS













OSCURALDO Y AVE
La perspectiva de los sabios que meriendan a deshora
2009
Mixta / lienzo
80 x 200 cm.

Obras AVE















Después de cenar un cuento para descanzar en paz
2009
Acrílicos, pintura de tráfico y óleo pastel / Lienzo
80 x 100 cm

Obras OSCURALDO


















Una sociedad, su supuesto Dios y un sabio
2008
Arcilla y fique
medidas variables

Obras AVE









Rebaños sin fuerza o almorcemos juntos
2009
Acrílicos, pintura de tráfico y bosta de oveja / Lienzo
80 x 200 cm

Obras OSCURALDO








El mamotreto societario y las tipologías que lo conforman
2009
Mixta / Tela
80 x 300 cm

Obras AVE







Ungulados para el desayuno
2009
Mixta / Lienzo
80 x 300 cm

Oscuraldo accionando en el Museo Juan Astorga Anta - Mérida

Performance realizado en la inauguración de HOLOS

lunes, 22 de marzo de 2010

HOLOS - Museo de Arte Moderno Juan Astorga. Mérida Noviembre - Diciembre 2009

Entre tropiezos puestos muchas veces por el hombre mismo, la vida se reduce a tratar de saltar pero sin estar seguros de que caeremos al otro lado o tal vez lograremos elevarnos y levantar vuelo, ¿intentos? o el ¿Pan nuestro de cada día?. Unas manchas que siempre van a estar allí y unas líneas divisorias de cosas, sentimientos y realidades que nos imaginamos y nos las creemos. Mis obras parten de un planteamiento mítico-gastronómico comensal-alimento, victima-victimario, lobo devorador de ovejas; y la reflexión de como lo han sido las relaciones entre los animales, su entorno y el ser humano pero visto desde la perspectiva de un humano que en su búsqueda esta el deseo de ser o vivir como los animales. El desconocimiento para la gran mayoría y la ceguera espiritual que ha pasado a través de generaciones, sin lograr la tan anhelada iluminación, va de la mano de los seres humanos en el transitar hacia algo que no se sabe que es, puede que sea una ciudad santa donde se podrá vivir en paz o simplemente transitar por un tiempo que desde que nacemos se acaba y que algunos se dan a la tarea de desperdiciarlo. Aunque estas piezas parezcan estar disociadas, ser muy figurativas, contrariamente nos remiten a símbolos muy arraigados, mitificados y mal interpretados en y por los abstractos seres humanos.
“Ungulados para el desayuno”: la manada mezclada con el rebaño que pueden seguir ciegamente ordenes sin detenerse a analizar o reflexionar, se presenta en la obra de lobos y ovejas que juntos pero no revueltos son mas racionales que el hombre, y logran vivir respetuosamente con sentido de clan, jerarquía, de compartir y socializar aunque se les halla creado una leyenda negra a unos y brillante a otros su naturaleza animal los purifica.
“Rebaños sin fuerza o almorcemos juntos”: aunque esta masa espesa por la cantidad de lana que posee, por el orden que mantiene y por el sometimiento dócil a la voluntad ajena, puede presentarse caótica y simbólicamente sacrificada, se opone a esa energía que da una buena comida al cuerpo, ya que esta obediencia manipulada elimina por completo toda oportunidad de evolución, de regeneración, que es posible si la inocencia y los instintos logran salir a flote y permiten mostrar la oveja negra que llevamos dentro o como planteaba Nietzsche: En un mundo de borregos prefiero ser lobo.
“Después de cenar: un cuento para descansar en paz”: ese ritual que de niños nos enseñaron tiene cabida en esa búsqueda de la iluminación; para que exista luz interior hay que reconocer primero que estamos en tinieblas, A. Einstein decía: para ser un miembro inmaculado de un rebaño de ovejas, uno debe, sobre todas las cosas, primero ser un lobo, y metafóricamente perseguir la luz de los sueños en la oscuridad y tropezar y levantarnos; otro ritual iniciático donde nos muestra una niña que sentada en una piedra logra catalizar todas esas energía cósmicas.
Y la obra “Merienda a deshora” quizá más minimalista pero cargada de múltiples significados para la artista, logra integrarse a la obra de Oscuraldo que con una delgada linea demarca una frontera en todas sus piezas, y la cual permitió ese juego de “saltar la cuerda”, caer-levantarnos, ser lobo-oveja, luz-oscuridad, ser como los alquimistas que decantaban la materia en búsqueda del oro; aquí el excremento y el conocimiento de la parte más humana nos puede conducir a aquel ser superior que llevamos dentro. Ver lo hermoso de lo feo, y como en aquellos cuentos donde quedamos encantados seguir el camino que alguien nos marcó para no perdernos.
Ave.

HOLOS exposición de AVE y OSCURALDO. Museo Juan Astorga de Mérida

Configuro desde la geometría alegorías del mundo. Estas alegorías pueden remitir a conceptos como: la masa (el pueblo) siempre conducida por esquemas y sistemas que parecen inamovibles por la costumbre. También hay referencia al concepto de frontera, esa línea, no siempre imaginaria, que lo divide todo. Más allá de las inventadas por nosotros (la fronteras geopolíticas, las clases sociales, entre otras), están las aparentemente incuestionables, por ejemplo; el cuerpo, el tiempo, la muerte, el otro, el género, el conocimiento y así sucesivamente, como algo incrustado desde hace eones y a lo cual nos hemos acostumbrado al punto de creer que es natural. En el pequeño conjunto escultórico titulado “Los Filósofos Polimáticos o Leprosos del nuevo mundo” utilizo formas geométricas más complejas para sugerir a los que supuestamente manejan el conocimiento, sólo teorizando, sin que ello implique transformación y elevación en ellos o en su entorno, emulando en cierto sentido a los sopladores de los que se hace mención en los libros de alquimia, este grupo tiene la particular creencia de que problematizar o complejizar es una vía hacia la aprehensión de la sabiduría.
La propuesta fluctúa entre la bidimensionalidad y la tridimesionalidad (mundo protoplásmico), para advertir realidades aparentemente diferenciadas y sin puntos de encuentro en nuestra conciencia. Sobre la superficie abstracta que supone esta realidad entendida como ilusión (maya) aparecen dibujos a manera de mapas o señales, semejantes a representaciones primitivas sobre rocas milenarias, diseñados con rigurosidad geometríca y conceptos matemáticos (progresiones numéricas, sección áurea, cuadrados mágicos, entre otras) quizá representando esa sabiduría siempre presente, que aunque conocida por el hombre, guarda un misterio ininteligible. En la obra titulada “El Mamotreto Societario y las Tipologías que lo Conforman” se plantea; usando la progresión numérica del cuadrado, una estructura piramidal de aparente solidez que simula una torre de babel ¿quizá nuestro actual sistema societario?, en apariencia funcional y firme pero imperfecto de origen y siempre resquebrajándose, en el nivel inferior un pueblo, siempre anhelante de escalar la pirámide-sistema generando los eternos conflictos, como por ejemplo; las clases sociales. Al lado derecho una secuencia de formas, sugiere la evolución del ser al ir escalando la pirámide y de como el vacío se va llenando en un proceso de petrificación. En esta obra y en la titulada “El Gran Dual ¿El Inevitable?” aparecen unas piedras ovoidales a las que he llamado los sabios, individuos que han logrado una elevación y que parecen más cercanos a la divinidad (maestros espirituales, gurús, santos, etc). En “El Gran Dual ¿El Inevitable?” puede leerse una visión taoísta de la realidad, la polarización que va mucho más allá de un simple maniqueísmo, se trata de los antagónicos que conforman el Tao, el lobo y el cordero, victimas y victimarios, algo que los sabios conocen y no niegan, como suele hacerlo prejuiciosamente el resto de la sociedad. El poder como fuerza universal también está sugerido en la obra “De los líderes Entronizados o los Gobiernos Excéntricos ”, donde una pirámide rompiendo el espacio sin atinarle al centro evidencia el manejo incongruente que desde siempre la humanidad ha tenido del poder, tanto para dominarse a si misma como a los demás seres del planeta. En la obra que se fusiona con el universo de Ave, titulada “La Perspectiva de los Sabios que Meriendan a Deshora” , se pretende a través del dibujo la visión totalizadora de las cosas, es decir; la vuelta a la unidimensionalidad, el apacible y sublime estado de iluminación donde el viaje alcanza su cometido y donde unos pocos, muy pocos logran llegar, para acariciar la piel de Dios o la piel del universo que resulta en su propia piel. Este aspecto iluminado estámas desarrollado en la instalación de arcilla titulada “Una Sociedad, su supuesto Dios y un Sabio”, donde la sociedad permanece ofuscada ante la presencia de lo que ellos creen que es un Dios, mientras el Auténtico sabio se alza sobre tan gigantesca sombra para contemplar lo innombrable. De esta manera queda pintado un paisaje donde caben miles de preguntas, la pretendida holística se queda corta y la fragmentación parece seguir siendo un estigma en la condición humana.
Oscuraldo.

Exposición de AVE en el CELARG

Montaje de la Exposición Vísceras de Árbol

Vísceras de árbol de Annie Vásquez: metáforas de la naturaleza y del cuerpo social

Por: Carmen Hernández

Como parte del apoyo al trabajo realizado por artistas del interior del país, la Sala NG presenta la muestra Vísceras de árbol de Annie Vásquez, joven caraqueña residente en el estado Táchira. El conjunto de seis obras, que a su vez reúne veinticinco piezas tridimensionales elaboradas con materiales precarios, representa una investigación técnica y simbólica que contribuye a recrear la tradición constructiva desde una mirada social.
Aunque las formas de estas “esculturas blandas” tubulares recurren a la serialización geométrica, aluden a referentes naturales desde una perspectiva animista, relativa a la estructura y la piel humanas. Estos volúmenes muestran su interior pues cuentan con el soporte de la transparencia del plástico que permite observar la madera en estado residual (las vísceras de árbol) a modo de una superficie mucosa, viva, que en su textura y tonalidad, remiten a los órganos internos del cuerpo e incluso, a los genitales.
Para Annie Vásquez, esta estrategia constructiva representa por lo menos dos retos: trabajar con materiales de bajo costo, como el desecho de la madera (el aserrín, por ejemplo), y crear un universo simbólico con el modelado de una materia “informe”. Según sus propias reflexiones, esta propuesta tiene una connotación medioambientalista. Tal vez los residuos de la madera encapsulados en bolsas sintéticas podrían despertar el reconocimiento de esa “muerte de la naturaleza” y del desequilibrio ecológico que representa la tala indiscriminada de bosques. Incluso la artista ha comentado que el uso de la madera se ha extendido: “hasta para fabricar los mangos de las hachas que han servido para derribar y continuar con la cadena de exterminación de otros árboles”. Es decir, para la sociedad de consumo, los árboles representan una materia inerte a ser procesada de manera industrial y masiva.
Pero en la cadena metafórica creada por Vásquez también se pueden plantear otros desplazamientos interpretativos. Estas vísceras de árbol ponen en duda la trascendencia material de la obra de arte y su lógica de consumo como mercancía, pues los elementos constitutivos de las piezas son frágiles, prácticamente “desechos”. Asimismo, el cuestionamiento de los hábitos perceptuales en el campo artístico (que privilegia la condición efímera de la materia y la experiencia), también puede ser extendido a la vida cotidiana como una manera de rescatar “otras” representaciones de la conducta social, menos determinadas por una valoración mecanicista, y más orientadas por el sentido lúdico y crítico.
La alusión a formas residuales o poco nobles para el imaginario estético, como las vísceras y las mucosidades asociadas a los fluidos corporales, pueden relacionarse con los comentarios de Mary Douglas, quien advertía que "el cuerpo es un modelo que puede representar a cualquier sistema... Todos los márgenes son peligrosos... la saliva, la sangre, la leche, la orina, las heces y las lágrimas traspasan los límites del cuerpo sólo por expelerse" . Estas imágenes flexibles y livianas en el espacio, también podrían ser asumidas como metáforas de aquel cuerpo social que, en su condición de frontera o límite, se resiste a asumir los modelos hegemónicos de “productividad” predeterminados por el capitalismo cultural, cuyos mecanismos “transparentes” enmascaran los dispositivos de poder que condenan a los sujetos y a su naturaleza a reproducir los mecanismos de su propia destrucción.
CARMEN HERNÁNDEZ.


1 Mary Douglas citada por Jean Franco. 1993 Las conspiradoras. México: Fondo de Cultura Económica y El Colegio de México, México, p. 92.